Familia Dai.
En el teléfono de Dai Zi, la información sobre cómo incriminó a Dai Zhu y cómo se apoderó de la propiedad familiar fue expuesta.
El Director Dai y la Señora Dai tenían las caras negras.
La Señora Dai estaba al borde del colapso. La voz en el teléfono era, de hecho, la voz de Dai Zi.
—Zi, ¿tienes algo más que decir? —Dai Zhu miraba a su hermana con decepción.
Si Dai Zi todavía quería decir que todo eso era falso, entonces solo necesitaba sacar el teléfono de Dai Zi para comparar.
—¿O realmente quieres esperar a que venga la policía a investigar antes de que estés dispuesta a decir la verdad? —Al ver que Dai Zi todavía no quería admitirlo, la cara de Dai Zhu también se volvió fría.
Tal persona realmente quería matar a su padre. No era necesario hablar de parentesco con ella.
Cuando Dai Zi vio que las cosas no podían ser salvadas, solo pudo decir:
