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Jiang Yu se mordió el labio y su mirada cayó sobre Chen Jin, quien estaba acurrucado en el suelo. El nudo en su corazón finalmente se alivió.
Habían pasado muchos años. Cada noche, tendría pesadillas sobre Chen Jin sosteniendo ávidamente una jeringa para drenar su sangre.
Todavía estaba mirando su sangre y contándola poco a poco. "Dinero, esto es todo dinero".
Chen Jin era igual que sus padres adoptivos. Eran personas a quienes sólo les importaban los beneficios y no les importaban los valores morales.
En ese momento, Jiang Yu había pensado que algún día haría que Chen Jin pagara el precio.
Pero más tarde, los traficantes de personas fueron encarcelados de por vida. Sin embargo, debido a que Chen Jin era demasiado joven, no pudo ser sentenciado. Después de ser enviado a disciplina, fue liberado otra vez.
—No necesito ver a un médico —Jiang Yu respiró hondo.
Le sorprendió que no se desmayara directamente como antes.
¿Podría ser que su enfermedad se hubiera aliviado?
