Jiang Ran apretó los dientes. —Jiang Yu, te malinterpreté hoy. Te pido disculpas. ¡Abre la puerta! Somos familia. Si me caso con una familia rica, tú también compartirás la gloria. No tienes que ir en contra de mí, ¿verdad?
—Sabes muy bien quién está en contra de quién —dijo Jiang Yu fríamente.
Tenía las manos en los bolsillos. No había amor fraternal en su rostro.
Jiang Ran no podía hacerle nada.
Al ver que Jiang Yu estaba decidida a no abrirle la puerta, Jiang Ran se rió de rabia. —Tú…
Pero en ese momento, Jiang Yu de repente abrió la puerta.
Por un momento, Jiang Ran no supo por qué Jiang Yu de repente era tan obediente. Todavía estaba un poco confundida.
Entonces, escuchó a Jiang Yu decir con una sonrisa, —Buena hermana, es bueno que vinieras a verme. ¿Por qué trajiste especialmente un regalo para mi compañera de habitación?
Solo entonces Jiang Ran se dio cuenta de que no muy lejos, Li Lu se acercaba.
