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—Presidente Mo, le sugiero que continúe con su tratamiento de acupuntura. Creo que podrá volver a la normalidad pronto.
Al escuchar las palabras del doctor, Teng Yi, que estaba al lado de Mo Long, se emocionó tanto que casi llora.
Durante tantos años, el señor Mo Long había estado en silla de ruedas. Ya no asistía a muchos eventos importantes e incluso encontró un pueblo remoto para recuperarse.
Nadie sabía mejor que Teng Yi cuánto le molestaba al señor Mo Long su enfermedad en la pierna.
De hecho, el presidente Mo incluso hacía todo lo posible para sostener reuniones a distancia con algunos socios comerciales.
Eso era porque su enfermedad en la pierna era una cicatriz en el rostro del Presidente Mo. Siempre hizo todo lo posible para evitar que otros hablaran de ello.
Incluso cuando era necesario asistir a diversos eventos, soportaba el dolor y pretendía ser una persona normal sin usar una silla de ruedas.
