—Tessa era la adorada hija del Presidente —dijo Xing Yue, protegiendo a Feng Qing—. ¿Su hermano en realidad la trataba fríamente por una mujer del país Xia?
—El bonito rostro de Tessa se volvió frío —comentó el narrador—. "Hermano, en verdad has cambiado. ¿Con qué te drogó Feng Qing? Solo la conoces desde hace unos días, pero en realidad estás enojado conmigo por ella. Tengo que recordarte que no importa cuán buena presencia y encantadora sea, es inútil porque ya es una mujer casada. Como hijo adoptivo del Presidente, ¿no te da miedo que otros se rían de ti por enredarte con tal mujer en privado? Tienes que entender algo. Soy tu hermana menor y tu familiar. Quizá mis palabras te duelan, pero no puedo permitir que te tires al fuego con mis propios ojos".