—Hola a todos. Mi nombre es Samantha, la nueva presentadora en el departamento de anclaje.
Todo el mundo desvió su atención hacia ella mientras se encontraba en el escenario. Tenía una expresión tranquila y una mirada firme en sus ojos. Incluso había una indiferente pequeña sonrisa en sus labios y poseía un aura única propia.
Su postura no era la de una persona que había hecho algo mal y permitía ser sometida al escrutinio público. Al contrario, parecía que estaba a punto de dar un discurso en el escenario.
Carl se sentía cada vez más incómodo al ver la forma en que ella se comportaba. No había simpatizado con Samantha desde el principio porque no conocía la historia interna: todo lo que sabía era que Samantha había llegado a donde estaba a expensas de Walter. Se la veía como una persona viciosa y despiadada que se esforzaba por alcanzar sus objetivos por todos los medios necesarios, y uno haría bien en estar alerta de ella.