El corazón de Samantha no podía dejar de latir violentamente aunque ya había formulado esa pregunta. No sabía si Timothy le diría la verdad.
Realmente ya no sabía cómo enfrentarse a él si la negaba.
Timothy la miró calmadamente durante unos segundos, luego desvió su atención de su expresión tensa a sus manos inconscientemente apretadas. En lugar de responder de inmediato, extendió su mano para tomar la de ella y aflojó sus dedos apretados uno por uno para evitar que se lastimase.
Luego, abrió los labios y respondió, "Lo hago".
—Lo hago…
Esa simple respuesta de dos palabras alivió ligeramente el corazón de Samantha.
Al menos él no mostró ninguna intención de mentirle.
"Entonces... ¿Entonces por qué no me hablaste de ella antes?" preguntó Samantha. Sus oscuras pupilas miraban intensamente el rostro del hombre para asegurarse de que ni la más pequeña expresión escapara de su atención.