¿Por qué estaba siendo Timothy tan misterioso?
Samantha no podía controlarse de estar curiosa. —¿Podrías dar alguna pequeña pista?
—No —respondió el hombre firmemente.
—...Entonces, ¿podrías al menos decirme si es algo aterrador o algo agradable?
No se le podía culpar por su naturaleza excesivamente sospechosa. Timothy siempre había sido una persona impredecible, y ella no quería que un buen comienzo del día se arruinara así como así.
Cuando el coche se detuvo en un semáforo en rojo, el hombre liberó una mano y le acarició la cabeza para consolarla.
Se sentía inquieta solo porque la sensación de seguridad que él le daba no era suficiente.
Era extraño que Timothy no le respondiera, pero ese pequeño gesto fue suficiente para disipar la ansiedad de Samantha poco a poco.
Más de media hora después, el coche finalmente se detuvo.
Samantha se quedó un tanto sorprendida cuando miró el gran centro comercial frente a ella. ¿Por qué la había llevado Timothy allí? ¿Quería comprar algo?