Hace más de un mes, después de que Zhu Baoguo fue derrotado por Shi Qing, se había propuesto perfeccionar sus habilidades.
—Zhu Baoguo puede ser débil, pero tiene capacidades. Puede que lo subestimes, pero eso es porque no has visto cómo era hace dos años. En aquel entonces, si lo hubieras visto, probablemente no estarías dispuesta a echarle otra mirada, y mucho menos a entrenar con él —Shi Qing era arrogante. A aquellos a quienes despreciaba, ni se molestaba en hablarles o perder su tiempo con ellos.
Dicho claramente, ya que Shi Qing estaba dispuesta a usar sus puños contra Zhu Baoguo en la escuela, no es que realmente le desagradara Zhu Baoguo.
Si lo encontrara tan molesto, no lo habría mencionado más de una vez a Qiao Nan. Ya lo habría olvidado después de golpearlo.
—Está bien, no lo menciones de nuevo. Me duele la cabeza —su padre siempre decía las mismas palabras. Siempre que derrotaba a otros, Shi Peng le daba una charla, pero Shi Qing nunca lo tomaba en serio.
