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—¿Un chico guapo que no es de nuestra escuela? —frunció el ceño Qiao Nan—. No conozco a mucha gente ni a chicos guapos. ¿De dónde viene? —¿Dijo quién es?
—No —la compañera de clase estaba emocionadísima, luciendo embelesada—. Para ella era una bendición que un chico guapo le hablara, aunque realmente no estuviera interesado en ella.
—Gracias —al ver la mirada embelesada de su compañera, Qiao Nan supo que no podría sacar ninguna respuesta de ella—. En su lugar, usó un pañuelo para cubrir su nariz roja mientras caminaba hacia la acera al lado del edificio de aulas—. Disculpa, tú eres...?
Qiao Nan no había conocido a muchos hombres, pero todos eran de primer nivel y muy destacados.
Tomemos a Zhu Baoguo como ejemplo. Era prepotente, pero heredó los buenos genes de su padre, Zhu Chengqi. Puede que fuera un estudiante de secundaria, pero era más alto que la mayoría de los adultos. Chen Jun podría tener problemas de personalidad, pero al menos, tenía un aspecto brillante y culto.
