—Los resultados de Nan Nan solían ser mejores que los de Zijin, sería bueno si pudiera ir a la escuela secundaria afiliada a la Universidad Renmin de China, así podría ponerse al día con sus estudios —Qiao Dongliang soltó una risa fría.
—No, ella ya dijo que si sus resultados no son satisfactorios, no iría a esa escuela secundaria. ¡No tenemos tanto dinero en casa! —Ding Jiayi se puso verde de rabia. No deseaba ver que Qiao Nan y Qiao Zijin recibiesen el mismo trato.
—Ya he dicho antes, tú te encargas de Zijin mientras yo me hago cargo de Nan Nan. No tomaré el dinero de nuestra casa. Si realmente le fue mal, pensaré en otras maneras —Qiao Dongliang miró a Ding Jiayi con una sonrisa forzada en su rostro—. Si yo no tengo las capacidades, habrá alguien que las tenga.
—Mamá, tengo hambre, ¿vamos a preparar la cena? —Qiao Dongliang y Ding Jiayi estaban a punto de empezar una pelea y el tema hacía sentir incómoda a Qiao Zijin. Ella intervino e intentó detenerlos.