—No debemos permitir que nos eche toda la culpa —Ding Jiayi suspiró con exasperación—. Debía permanecer compuesta y tranquila.
No debía permitir que Qiao Nan, esa chica desdichada, les echase la culpa a ambas, ¡especialmente a Zijin!
—Cuando se sepa la verdad mañana, veré lo que tiene que decir tu papá. Para lado con esa chica desdichada, tu papá me ha decepcionado y también quería... Es hora de darle una lección a tu papá. Debemos hacerle ver los verdaderos colores de Qiao Nan. Ahora mismo, tu papá está confundido. No puede distinguir quién es su familia y quién es un extraño. ¡Es tan tonto!