—Sin embargo, si Wang Yang se atrevía a causarle problemas durante los exámenes de la escuela secundaria, que no le culpe por comportarse de manera rebelde. Solo era su primo. ¡Incluso si fuera su hermano biológico el que le causara problemas, todavía lo golpearía hasta dejarlo hecho un desastre!
—Está bien, es bueno que sepas lo que haces —dijo Qiao Nan asintiendo y no mencionó más el tema.
—No te preocupes solo por mí. Escuché que las cosas tampoco van tan bien en tu casa. Aunque puede que no llegue a tanto, debes tener cuidado. No te quedes dormida o llegues tarde. Una vez que estés tarde, te prohibirán presentar los exámenes —le recordó preocupado Zhu Baoguo.