Valentina POV
Sofía me sorprendió, había pasado un mes y todavía se la pasaba hablando únicamente de Macarena. Me ponía muy feliz verla así de entusiasmada con alguien, no pasaba desde hacía años. Desde que nos mudamos a esta ciudad mi amiga se dedicó a tener citas a troche y moche, pero nunca sentí que tuviese epecial interés por alguien, solo cosas de una o dos noches, pero esta vez era algo distinto. Me estaba contando de que iban a ir al cine mientras tomábamos unos mates en la sala con los apuntes de la facultad aireándose sobre la mesa.
-¿Eso significa que no tengo que salir hoy?- Tantié.
-¿Cómo se te ocurre? La peli es a las ocho, para las once estamos acá haciendo la previa, ya me encargué de invitar a los chicos.- Dijo anulando mi luz de esperanza. No es que no la pase bien en las salidas, pero había algo de la comodidad de hogar que me tiraba más fuerte. -Así que preparate para perrear hasta abajo.
Suspiré haciéndome a la idea.
-Pero nada de after que a la tarde tengo que estudiar.- Sentencié. Conocía muy bien a Sofía y estaba en la etapa de estirar la fiesta hasta las últimas consescuencias.
-Estás cada vez más aburrida.- Bromeó empujándome con su pie bajo la mesa.
-Se llama responsabilidad, podés googlear el significado.- Sofí puso los ojos en blanco haciéndome reir. -Y tenés un trabajo práctico que entregar, no me vengas el domigo a la madrugada a que te corrija los errores ortográficos.
-¿Podemos negociarlo?- Dijo riéndose porque sabía que iba a ser así.
-Dejame pensar el precio. No va a ser barato, te aviso.
-Nunca sos barata.
La tarde pasó volando entre chismes y algunos minutos de lectura. Cuando el sol comenzó a esconderse Sofía se fue a alistar para su cita. A las 19 en punto sonó el timbre.
-¿Podés abrirle a Maca?- Gritó mi compañera desde su habitación.
Maca esperaba afuera del portón del edificio, tenía puesto un vestido negro suelto que exponía sus largas piernas y sus habituales borcegos. En sus manos una bolsa de tienda de ropa y una botella de gin.
-Hola, pasá.- Dije sintiéndome un poco expuesta por seguir vistiendo mi ropa de casa al lado de ella toda arreglada.
-Hola Valen.- Dijo dándome un cordial beso en la mejilla. -¿Cómo estás?
-Bien, Sofi se está terminando de alistar.- Subimos al ascensor y sonreímos al encontrar nuestra mirada en el espejo.
-Tomá, esto es tuyo. Perdón por la demora.- Me pasó la bolsa y divisé mi remera cuidadosamente doblada dentro. -No había encontrado la situación para devolvértela, no te la iba a robar.- Me hizo reír.
-Gracias Maca, no lo había pensado, tranqui.-
Al entrar Sofi estaba en frente del espejo de la sala terminado de recoger su cabello en una trensa. La cara de mi amiga se iluminó y fue a saludarla con un pico.
-Estás hermosa amor.- Amor, eso sí era nuevo.
-Vos también.- Maca contesó con las mejillas enrojecidas.- Traje esto para después.- Le dio la botella.
-Genial ¿Vos podés comprar tónica y hielo?- Me habló a mi, que asentí.- Bueno, vamos antes de que nos ganen los mejores lugares.
Ambas se despidieron dejándome sola pensando qué iba a ponerme para la noche.
Conecté mi celular al parlante y puse algo que me motivara.