"Enviaré a una persona de confianza, lo único que tiene que hacer es decir mi nombre, sino es hombre muerto."
"¿A quién estás enviando?"
"Bravo 3-2."
Zona: Furikiztan
Operador: Chris Miller
Hora: 12:30 PM
Al llegar a Furikiztan, pensé que me darían una cálida bienvenida. Esa cálida bienvenida fue ser arrestado y llevado hacia una de sus bases. Llegando, veo a un hombre grandote tapado con una bufanda.
"это мужчина, с которым разговаривала сестра"
(NT: Es el hombre que habló la hermana.)
"пусть катится"
(NT: Déjalo pasar.)
Y yo pensé que tendría un idioma original; solo su acento cambia al ruso. Sí o sí es ruso. Me abren la puerta y me desatan las manos, dejándome pasar.
"Siéntate y espera."
"Vale."
Ahora que veo, es en la base de las fuerzas de Furikiztan. Vaya. El escritorio está desordenado, pero indica un gran mapa de Furikiztan, Pakistán y Rusia. Las balas son como sus unidades; al parecer, ha hecho estrategias con anterioridad. A mi izquierda veo la única ventana donde se ve todo el campo.
*Se abre la puerta*
"Отправьте Матео на проверку боеприпасов, я должен об этом позаботиться."
(NT: Envíen a Mateo para la inspección de munición, tengo que encargarme de esto.)
La chica abre la puerta desesperada. Al verla, me parece impresionante que lleve bufanda alrededor, excepto en la boca. ¿Los indios no tienen esas creencias?
"Supongo que eres la líder de este grupo."
"Lo soy."
"Dime la buena razón por la que mis hombres no te hayan disparado al primer intento."
"Es clasificado."
"¿El motivo por el que has venido?"
"Es clasificado."
"Bueno… ¿iniciales?"
"Ja… bueno… es clasificado."
"Entonces lo capto."
"¿Qué quiere exactamente el Capitán Angelo de mí?"
"Necesita apoyo contra la guerra de Al-Qatali."
Al mencionar ese nombre, sus manos tocan el escritorio suavemente, acercándome a la cara.
"¿Tu guerra?"
Alejándose y caminando hacia, rodeando el escritorio.
"¿El Capitán Angelo necesita mi ayuda por 'su guerra', eh?"
"Sé que han luchado por años contra este grupo."
"Este grupo hizo que mi país se volviera una dictadura cruel."
"¿Acaso es bonito lo que ves?"
"Así es la guerra, lamentablemente."
"Supongo que sí."
Escucho pasos muy ligeros llegando de la puerta, como si estuviera apresurado.
*Golpea la puerta*
"Hermana, ya reabastecí la munición. Aquí tengo el informe."
"¿Qué hace él aquí?"
Lo dice como si yo fuera una amenaza. O sea, sí lo soy, pero no en ese sentido.
"Gracias por la bienvenida."
"Mateo, él es Chris. Chris, él es Mateo."
"¿Chris, eh?"
"Hola."
"Eres un americano."
"De carne y hueso. Tu hermana es muy buena siendo líder aquí."
"Es claro por qué ella tiene la capacidad de lograr lo que sea."
"¿Cuál es el informe adicional?"
"Nuestros contactos están listos. ¿A quiénes enviamos?"
Los hermanos me miran fijamente como si tuvieran una idea clara de esto, y creo que yo también. Otra vez la chica pone sus manos en la mesa y, dirigiéndose a mí:
"Este es el trato, Chris."
"Si te quedas, te ayudaremos, pero si te quedas, pelearás."
Con confianza y preparado para todo, listo para la acción.
"Bueno… manos a la obra."
Mateo me lanza un arma, preparando todo listo. Fijamos nuestra estrategia.
"Los soldados rusos siguen en el pueblo. Tenemos que explotar los helicópteros para crear una distracción y que Chris solicite apoyo aéreo."
"El plan es tener el control de la zona aérea. Mi hermana estará preparada. Yo tendré la sorpresa."
"No tenemos mucho, pero sí muchas ideas."
"Tienes 10 minutos para reabastecerte."
"Chris, soy Fabiana."
"Será un gusto trabajar contigo."
*10 minutos después*
Fabiana llega hablando con su equipo. Parece que solo nos ayudarán en una parte.
"Tienen todo listo."
"¿En serio tengo que usar esta bufanda? Es incómoda."
"Déjame ver."
Mientras ella me ajusta la bufanda, siento una calidez cómoda, como si nunca hubiera recibido este trato en medio de la guerra. A veces, sentir algo cómodo te sube la autoestima.
"Listo."
"¿Están listos, hermana? Chris."
"El plan es este: se dirigen a una casa de uno de nuestros informantes. Les darán los explosivos y tendrán que plantar las bombas en los helicópteros."
"Entendido. Avanzamos."
Perspectiva de Fabiana:
Siempre soñar lo mismo, el día que nos arrebataron nuestra libertad. Escucho siempre esa voz de niña:
"PAPA."
Siempre observando cómo ese hombre está matando a mi padre con ese símbolo. Ese maldito símbolo del General Patrov, ese desgraciado que me ató en una prisión por 16 años. Mi padre siempre me mira fijamente en ese sueño:
"Hija, no mires, por favor."
Mientras se desangra, me lo dice con agonía llorando.
"Cuida a tu hermano."
Despertando así, con ojos llorando, es algo que la primera vez no entendí y ahora lo que sé es que es mi momento. Te voy a matar, Patrov. Mientras me cambio y salgo, es lo mismo de todos los días, vigilar la zona, chequeando con mis hermanos.
(NT: En gran parte de Furikistan, a la gente se les llama hermanos. Es como un vínculo, pero no son literalmente hermanos, excepto Fabiana y Mateo ellos si son hermanos)
"Hermana, disculpe. ¿Puedo revisar mi solicitud?"
"Claro, lo puedes observar. Me pone triste saber que te vas del país, pero también es un avance para nosotros. Demuestra que somos mejores, hermano."
"Gracias, hermana."
Mientras saco el pasaporte para él, a lo lejos se escucha una explosión alertando la zona.
"Hermano, agarra el pasaporte y vete lo más rápido que puedas. Nosotros nos encargamos."
"Entendido, hermana."
Me apresuro para llegar a la situación. Al ver que son soldados de Patrov atacando nuestras murallas:
"¡VIVA LA LIBERTAD!"
Mientras gritan como monos, nos lanzan molotov y nos siguen disparando. Estamos agachados en las infraestructuras del lugar. Necesitamos ayuda.
"¿Mateo, dónde estás?"
Mientras le hablo por el comunicador, no me responde. ¿Qué está haciendo ahora?
"Hermanos, ustedes disparen y protéjanse. Hagan de cebo, yo rodearé."
"Entendido."
Todos empezaron a disparar sin temor. Eso me dio la oportunidad de encontrar el túnel de salida subterráneo. Al salir de ahí, entré a una habitación donde conectaba el túnel. Empecé a hacer un registro rápido donde solo pude ver un tubo de aceite. El tubo de aceite sirve para muchas cosas, y usarlo como silenciador es una. Con mi arma modificada, llego rodeando la zona de ataque por la derecha, como si fuera un círculo. Llegando, empecé a matar a uno con cuchillo, tapándole la boca. Seguidamente hice eso con los 3 próximos. Supongo que no son inteligentes para saber la cantidad de disparos que se disminuyó.
"Todos recarguen, ¿qué mierda están haciendo que no disparan?"
El tipo al voltearse, lo único que pudo ver para que se asustara, era a sus 3 hombres muertos y yo en el medio con el cuchillo goteando sangre. Manteniendo el cuchillo, fijándolo a él, con una cara maniática.
"Tú… eres… el siguiente."
Con los ojos bien abiertos hacia él, si bien entendí las películas americanas, cuando haces eso es como una amenaza de muerte. El tipo tambalea, pero me apunta con el arma. Al momento, cae al piso porque le disparan directamente.
"Hermana, ¿estás bien?"
"Sí, hermano."
Otra misión más completada.
"Hermana, tenemos a un informante."
"¿Informante?"
"Dice que es de Angelo."
Un informante del Capitán, eh… Esto suena interesante.
"Hazlo pasar."
*Actualidad*
La oscuridad del túnel es muy tenebrosa si vas por primera vez aquí. La infraestructura de las piedras no está bien, pero nos beneficia para que el enemigo no venga. Además, ninguno de los soldados de Patrov sabe de este lugar. Ni siquiera él. Digamos que al menos algo funcionó de los años de cárcel en Furikistan.
"¿Llegamos?"
La escalera no es una que se ve todos los días. Necesitan un gancho para jalar. Son como las de sótano. Jalando el gancho, se escucha a un hombre abriendo la madera que cubre la entrada.
"¿Hermana, eres tú?"
"Sí, lo soy. Estoy con un amigo."
"Tengo malas noticias sobre nuestros informantes."
El lugar está desordenado, los muebles y las mesas están tirados.
"¿Qué ocurrió acá?"
"Los soldados de Petrov nos descubrieron y se llevaron a Sarita y Vega. Yo logré esconderme, pero fue demasiado tarde para ellas."
Esto no debió pasar. Ahora están en peligro. ¿Qué puedo hacer? Mierda. Esto se complica cada vez más.
"El pueblo de Kotami está cerca, ¿no?"
"Sí, así es. Se los llevaron ahí."
"¿Espera, puedes hablar nuestro idioma?"
"Soy un soldado después de todo. Durante mi entrenamiento nos hacían hablar cuatro idiomas."
"No me dejas de sorprender. Angelo sí tiene buen ojo."
"¿Qué puedo decir?"
Parece que nunca le dieron un elogio. Siguiendo con el caso, tenemos que ir al pueblo y seguir con el plan.
"Hermana, cierto, toma las bombas."
"Gracias, hermano. Ordena un poco aquí y pon en las puertas traseras bombas trampa."
"Sí, hermana. Cuídense, por una buena causa."
Saliendo del lugar, el sol me tapa la visión. Cómo olvido que el lugar donde vivimos es un desierto, cómo el sol me quema y con esta bufanda, qué fastidio.
"Vamos al pueblo, Chris."
Caminando por todo el distrito me hace acordar al tiempo de paz. Los niños jugaban aquí y los padres siempre festejaban. Era bonito. Hasta que Petrov y sus soldados vinieron. Prometí a mi padre que lo mataría con mis propias manos. Es mi promesa para mí y mi hermano. Me siento melancólica al recordar al caminar por las calles de aquí.
"Sí que tus hombres te tienen respeto."
"Es porque yo los liberé de las cadenas que nos ataban a todos."
"Exactamente, ¿cómo tú y el Capitán se conocieron?"
"Es una historia que tiene que ver con lo que dije antes. Las fuerzas de Angelo vinieron por mí. La solicitud que hacía todos los días cuando me escabullía entre el escritorio de Petrov."
"Es un resumen corto."
"Vaya."
"Y dime tú, Chris, aunque te amenacé para que vinieras conmigo, no fue necesario estar tan obligado. Sabes que te pude dar las tropas igual si no ibas."
"Bueno, es mi lucha también. No puedo quedarme parado mientras se masacran y yo solo estoy de adorno. Además, obligado o no, igual te hubiera pedido ayudarte."
"Ya veo, gracias."
"Para Chris, llegamos."
"Manos a la obra."
Con estas palabras pudimos llegar a Kotami… Mi pueblo natal.
Fin del capítulo 3.