Clorinde es reconocida como el mejor verdugo de Fontaine, conocida por su inquebrantable seriedad y determinación. Se tomaba cada batalla en serio, sin importar quién fuera su oponente, y estaba claro que había venido preparada para luchar con todo lo que tenía.
Yo, en cambio, no tomaba tan serio el duelo como Clorinde. Me moví rápidamente hacia ella, analizando cada movimiento y tratando de encontrar la mejor manera de atacar. Estaba concentrado, pero mi corazón no estaba completamente en la lucha. Solo estaba tratando de encontrar una manera de liberar tus emociones reprimidas, y este duelo era un medio para lograr un fin.
A medida que me acercaba a Clorinde, ella rápidamente se lanzó hacia adelante con un poderoso empujón. Fue tan rápido que apenas tuviste tiempo de reaccionar y te mi obligado a adoptar una postura defensiva para bloquear su ataque. La multitud se quedó sin aliento ante la velocidad y violencia del movimiento de Clorinde.
El ataque de Clorinde fue poderoso, a pesar de bloquearlo, me vi obligado a retroceder unos pasos debido a la fuerza que ejercía. Intente realizar un ataque de finta en su lado izquierdo para tomarla con la guardia baja, pero estaba claro que ella sabía lo que intentabas hacer. Tenía demasiada experiencia y habilidad para ser engañada fácilmente.
Con suavidad detuvo mi finta y contrataco con un giro rápido y preciso, esta vez no me sorprendió su ataque, pero aun así me encontré incapaz de acercarme a ella. Su manejo de la espada era hábil y preciso, parecía imposible encontrar una oportunidad para atacar. Cada vez que intentabas acercarte, ella atacaba con su espada, manteniéndote a raya.
El público empezó a aburrirse de mis fallidos intentos de atacar, cansados del duelo, empezaron a abuchearme y a burlarse de mí. Estaban claramente aburridos por la falta de acción y comenzaban a burlarse de mi por mi escasa habilidad.
Mis intentos por golpear a Clorinde continuaron, pero resultó que no era una tarea fácil. Es una espadachina experta y su defensa era firme. Cada vez que intentaba atacar, ella fácilmente paraba o esquivaba mis golpes, haciendo casi imposible encontrar una apertura.
Cansada por la lentitud del duelo, Clorinde de repente pasó a la ofensiva. Ella se abalanzó hacia mí con la intención de terminar la pelea de manera rápida y eficiente.
Me preparaste para el impacto, tratando de detener el ataque de Clorinde. Ella se movió con velocidad y precisión, su espada se arqueo hacia ti con intención mortal.
La estocada de Clorinde me golpeó fuertemente, a pesar de que intente defenderme con las dagas. Fui lanzado hacia atrás unos metros y aterricé bruscamente en el suelo. La fuerza del impacto me dejó sin fuerzas y luche por recuperar el aliento.
La audiencia y Clorinde pensaron que el duelo había terminado, pero para su sorpresa me levante.
Ellos quedaron sorprendidos cuando notaron que volví a levantarme, esperaban que la pelea terminara. A pesar de estar sin aliento y magullado, me obligue a levantarme. No iba a caer tan fácilmente.
Los espectadores no tenían fe en mí y comenzaron a decir que no tenía sentido levantarme, era un duelo aburrido y mis habilidades eran pobres.
El público, comenzó a abuchearme y burlarse de mi. Pensaron que era inútil que me pusieras de pie, afirmando que el duelo era aburrido y que me faltaban habilidades. Estaban esperando ansiosamente mi derrota, seguros de que no tenía ninguna posibilidad contra el hábil verdugo.
Seguí intentando luchar contra Clorinde, a pesar de las probabilidades en mi contra. No tenía la fuerza emocional ni física para ganar el duelo, pero el dolor físico de los golpes que estaba recibiendo comenzó a reemplazar el dolor emocional que había estado sintiendo. Estaba usando el duelo para adormecerme, para olvidar los problemas a través del dolor físico.
Clorinde parecido ver el dolor y la desesperación en misojos, pero no dejó que eso la detuviera. Ella continuó atacando con precisión y habilidad, cada golpe acercándome poco a poco a la derrota. Solo podía evadir algunos golpes mientras recibía varios más. El público estaba cada vez más inquieto, ansioso por verte caer.
Muchos en la multitud comenzaron a irse, frustrados por el patético espectáculo en el que se estaba convirtiendo el duelo. Otros se quedaron, simplemente para burlarse y mofarse de ti, lanzándote insultos y burlas en tu dirección. Estaban cada vez más inquietos y aburridos, esperando tu derrota en cualquier momento.
Clorinde permaneció tranquila y seria, al igual que Monsieur Neuvillette, mientras continuaba el duelo. Ella se abalanzó hacia mi con el objetivo de terminar rápidamente esta pelea inútil. Ella sabía que me estaba debilitando con cada golpe, estaba decidida a terminar conmigo de una vez.
Su golpe aterrizó correctamente, enviándome de regreso al suelo por enésima vez. El impacto fue duro y doloroso, dejándome luchando por volver a levantarme. Cada golpe que había recibido me había desgastado, tanto física como emocionalmente. Había conseguido lo que quería, sentir el cansancio, dejar que la fatiga se llevara mis preocupaciones. Una especie de relajación y olvido empezó a inundarme, estaba listo para levantarme y darme por vencido.
Mientras me levantaba lenta y dolorosamente, podía escuchar aun las burlas e insultos del público resonando en mis oídos. Me llamaban inútil, condenaban el duelo como inútil y deseaban que me rindiera. Algunos incluso llegaron a decir que deberías haber muerto en la inundación, que seguramente eras una desgracia para mi familia.