Chereads / Enamorandote de nuevo / Chapter 2 - Capitulo dos

Chapter 2 - Capitulo dos

JACOB...

Aún tenía esperanza de que ella pudiera recordarme, pero no fue así, todos los momentos que habíamos pasado juntos como una pareja feliz ya no estaban, aún estaba en schok, el tenerla tan cerca de mí fue una tortura, quería abrazarla con todas mis fuerzas decirle que la amaba, que estaba de vuelta, pero sabía que no me recordaba, había ido en vano a la librería, era un cobarde por no poder decirle nada.

Tal vez era algo tarde pero no sabía su situación, me sentía tan culpable por haberla dejado sola tanto tiempo, tenía tanta rabia conmigo mismo que no me atreví a decirle nada, tal vez era mejor que ella no lo recordara, no sabía si lo mejor era alejarme y dejarla vivir una vida feliz en la que yo no estuviera, lo había pensado muchas veces pero no me atrevía a dejarla, no estaba dispuesto a permitirme perderla, la amaba con todas mis fuerzas, le había prometido que volvería y esa era una promesa que no estaba dispuesto a romper.

Emma era la mujer más hermosa que había visto en toda mi vida, la forma en que sonreía, sus labios carnosos y rosados que me hacían querer besarlos cada que los veía, su cabello rojizo era simplemente perfecto, ella era perfecta.

Nos hubimos conocido hace algunos años atrás, desde el primer momento había quedado fascinado con ella, una mujer que opacaba al resto con tan solo una linda sonrisa ella no necesitaba nada para verse hermosa.

A pesar de que al principio Emma no parecía estar interesada en mí, jamás me rendi estaba dispuesto a lo que fuera por tan solo tener una cita con ella, tarde algunos meses para que ella me aceptara una cita, ese día fue el mejor de toda mi vida, me di cuenta que además de ser una mujer tan hermosa tenía un gran corazón y una gran pasión por la lectura, jamás había conocido a alguien que estuviera tan obsesionada con los libros, pero eso me hizo darme cuenta que ella valía mucho más, veía el amor de una forma tan sagrada y especial que me encantaba, para ella el amor era algo que se sentía y se atesoraba con todo el corazón, sin necesidad de forzar nada, sabía que muy pocas personas pensaban igual que ella y eso me hacía querer estar a su lado por el resto de mi vida.

Nuestra relación avanzo poco a poco, después de nuestra primera cita, me esforcé muchísimo para poder tener una segunda, ella al principio no estaba muy convencida, pero después de tanta insistencia accedió, lo había planeado por semanas, quería que fuera perfecto, tenía que demostrarle que la amaba incluso si eso le asustaba. Emma era muy tímida y reservada pero amable a la vez cosa que agradecía porque no soportaría si ella me huera rechazado. Para nuestra segunda cita la lleve a una librería con una vista hermosa, en el camino ella parecía muy nerviosa, porque no estaba tan acostumbrada a salir del lugar donde viva, pero quería que esos momentos en donde ella conociera cosas nuevas nos pertenecieran solo a los dos, talvez era algo egoísta por querer estar en todos sus recuerdos felices, pero no me importaba ella me hacía querer ser egoísta, cuando llegamos aquella librería ella se quedó con la boca abierta, estaba tan emocionada y tan solo con ver su hermosa sonrisa me bastaba, yo no era muy fan de la lectura solo había leído unos cuantos libros pero no era nada interesante en cambio con ella no me importaba leer. Ese día fue simplemente maravilloso estuvimos callados por unas horas, ella había estado leyendo un libro todo ese tiempo, yo había elegido uno también, era sobre la mitología era un tema que me gustaba, Emma se burló un poco de mi decía que para ella era algo anticuado, aunque a mí no me lo parecía, la forma en la se reía de mi me hacía sentir mariposas me alegraba que ya tuviera la confianza para estar conmigo, no pude pasar de la primera página, solo la miraba, como estaba tan tranquila leyendo, me fascinaba cuando su rostro reflejaba las emociones que le hacía sentir aquel libro, estaba seguro que lo disfrutaba y estaba orgulloso de mi mismo por haber sido el responsable de que ella pasara un día tranquilo junto a mí.

Después de nuestra segunda cita ella se mostró más relajada y en confianza conmigo cosa que me puso muy feliz estaba progresando nunca me había esforzado tanto para que una mujer me volteara a ver, pero ella me hacía querer hacerlo no necesitaba de la ayuda de nadie para darme cuenta de que estaba perdidamente enamorado de ella. Emma era la mujer de mi vida, estaba seguro de que los dos nos amábamos de la misma manera.

Después de una cuantas citas ella y yo nos habíamos acercado bastante, ya era el momento de confesarle mi amor formalmente, había estado planeando el cómo declarármele quería que fuera especial un momento en el que ella jamás pudiera olvídalo, se me habían ocurrido una cuantas ideas quería que todo lo que ella amaba estuviera en un mismo lugar, necesitaba que fuera especial, lo que Emma más amaba era a su madre, era una mujer increíble tan llena de vida, le había pedido varios consejos era mi pequeña cómplice.

Cuando llego el día en el que me confesaría a Emma, estaba tan nervioso, muchas preguntas pasan por mi mente, no sabía que haría si ella me hubiera rechazado en ese momento, talvez no me hubiera rendido, pero aun así estaba tan agradecido.

La propuesta la hice en una montaña, le había dicho que haríamos senderismo ella lo amaba y, sobre todo la naturaleza así que era el lugar perfecto para decirle que la amaba, todo el recorrido hacia la sima tenía muchas sorpresas lo había hecho como una aventura todo el camino estuvimos riéndonos, fue algo cansado subir, pero todo valió la pena cuando al llegar arriba estaba un enorme ramo de flores junto a unas letras doradas con blanco decoradas con flores, que decían "¿PUEDO SER TU NOVIO?".

A parte del ramo de tulipanes que le había preparado los cuales sabía que eran sus favoritos, también había preparado un ramo de los libros que ella me había dicho que quería. En ese momento tenía el corazón en la garganta, tenía tanto miedo que me dijera que no, cuando ella se jiro a verme me di cuenta de que ella me amaba tanto como yo lo amaba, me dijo que si, corrí hacía ella la cargue entre mis brazos y la bese, ese había sido nuestro primer beso nunca lo olvidaría fue uno de los mejores momentos que habíamos pasado juntos.

Cuando cumplimos dos años de relación, tuve que irme al extranjero por parte de la empresa donde trabajaba, no quería irme, cuando se lo mencione a Emma parecía triste pero estaba feliz por mí, me había esforzado por tener ese puesto, el viaje no duraría mucho o por lo menos eso creía, después de unos días llego la ora de partir Emma fue a dejarme al aeropuerto estaba tan triste le quería pedir que viniera conmigo pero no me atrevía, no soportaría el hecho de que Emma viviera lejos de su madre, ella no se encontraba muy bien de salud así que por más que le dijera ella me diría que no, pero de algo estaba seguro y era de que al volver le pediría a Emma que se casara conmigo no podía soportar ni un minuto más lejos de ella, la amaba y quería que pasara conmigo el resto de mi vida quería que sus recuerdos felices los compartiera conmigo lo añoraba, soñaba con una vida en la que ella y yo tuviéramos una familia feliz.

Al cabo de seis meses me había llegado una de las peores noticias de mi vida Emma había tenido un fuerte accidente, se había golpeado fuertemente la cabeza, el doctor dijo que había tenido una fuerte contusión había que esperar si tendría algún tipo de secuela en ese momento quería salir corriendo para poder verla pero no me lo permitieron tenía que cerrar el negocio por lo que no podría ir a verla, yo estaba dispuesto a dejarlo todo, no me importaba si perdía mi trabajo con tal de estar a su lado, ese día hable con la mama de Emma la cual me dijo que no me preocupara ella cuidaría de Emma hasta que yo volviera no quise aceptar la señora estaba algo enferma por lo que sería muy difícil cuidar de ella, estaba a punto de echar todo por lo la borda hasta que Ana la mama de Emma me dijo que ella no se lo perdonaría si por su culpa yo perdía mi trabajo, Ana tenía razón Emma se enojaría muchísimo no quería que ella se sintiera culpable, le dije a Ana que me quedaría con la condición de que me informara en todo momento sobre el estado Emma.

Pasaron algunos días y Emma no despertaba el doctor había dijo que teníamos que esperar hasta que ella estuviera lista, estaba tan desesperado quería salir corriendo tomar un avión he ir a verla. Ésa misma tarde recibí una llamada de Ana, Emma había despertado estaba bien salvo que no reconocía a nadie más que a su madre, Ana le había preguntado si me recordaba, ella había contestado que no, eso me rompió el corazón, Emma no me recordaba, había olvidado todos los buenos momentos que pasamos juntos, cada detalle que me había esforzado porque fuera memorable ya no estaba, sentía que el corazón se me rasgaba por dentro no lo soporte estaba tan desesperado que, quería ir y gritarle que yo existía que nos amábamos, mostrarle todos esos buenos momentos que habíamos compartido juntos, pero Ana me lo impido ella me había dicho que Emma no podía recibir noticias que la alteraran demasiado ya que eso podía afectar su salud aunque eso me matara por dentro acepte quedarme en el extranjero un poco más con tal de ella estuviera bien.

Después de dos años había cerrado el contrato estaba listo para volver cuando me dieron la noticia de que Ana había fallecido a causa de su enfermedad, me quede estático como estaría Emma con esa noticia, corrí rápidamente hacia el aeropuerto, tome el primer vuelo no quería esperar ni un minuto más para poder verla la extrañaba con todo mi ser, sabía que sería muy repentino aparecer en su vida, no sabía que hacer, tenía tanto miedo que ella no me amara que no me diera la oportunidad para volver a enamórala de nuevo, pero eso era lo que menos importaba me esforzaría el doble si era necesario para poder estar juntos de nuevo aria que ella me recordara, costara lo que me costara.

Esa misma tarde había llegado al pueblo donde Emma vivía, lo primero que hice fue ir a la librería de la mama de Emma sabía que ella estaría ahí, cuando entre ahí estaba ella me miro, en el fondo de mi corazón aun existía la esperanza de que ella un me recordara pero cuando esos ojos los mismos ojos con los que un día me miraron con amor ahora me eran indiferentes no lo soportaba no estaba listo para enfrentar la realidad, lo único que hice fue sentarme a leer el mismo libro de mitología que había escogido en nuestra segunda cita estaba seguro de que ella un pensaría que era bastante anticuado como aquel día, podía sentir su mira cosa que me alegro muchísimo, pase toda la tarde en la librería, sabía que hoy era el aniversario de su madre así que era un día triste para ella quería apoyarla como antes decirle que aquí estaba a su lado para apoyarla y amarla incondicionalmente pero no me atreví a decirle nada, me sentía tan culpable por haberme ido tanto tiempo talvez ella no quería saber nada de mi si me recordara y no la culpaba.

Se había hecho algo tarde, así que era hora de irme, aunque no quería hacerlo quería estar más tiempo a su lado sabía que tenía que ir con calma conocía bastante bien a Emma por lo que si llegaba de repente a decirle que era su novio, me tacharía de un loco acosador así que tenía que esforzarme como en el pasado para poder hacer que ella me ame tanto como yo la amo a ella.