Emma...
Hace algunos días que ese hombre había aparecido en la librería, y por alguna razón me resultaba muy familiar pero no podía recordar donde lo había visto, cada vez que pensaba en eso me dolía tanto la cabeza que decidía dejarlo como estaba.
Me daba tanta curiosidad el saber de dónde venía, él porque estaba aquí, le había preguntado a la gente del pueblo sobre aquel hombre, pero no pudieron decirme nada, solo me miraban de una manera triste y compasiva, no entendía por qué se comportaban así, pero justo eso es lo que me hacía querer saber más sobre él.
Caminaba tranquilamente por las calles, era un día hermoso, no era tan soleado ni tan nublado, no hacia ni frio ni calor, era de esos días que disfrutas, me sentía algo sola sin mi mama a ella le hubiera encantado este día, ella me decía que amara la vida que aprovechará cada momento nunca le gusto que yo me la pasara encerrada en casa leyendo, pero yo lo amaba que no me importaron nunca sus regaños, tal vez deba empezar a disfrutar la vida por ella.
Después de un rato llegue a la librería, me sentí algo nerviosa de que el apareciera, pero a la vez quería verlo de nuevo, me daba curiosidad por saber qué libro escogería.
Limpié un poco los estantes esperando a que la gente llegara, había algunos libros desordenados, así que los puse en sus respectivos lugares, al terminar me senté en una de las sillas que había en el área de lectura, aun no llegaba nadie talvez hoy tendría que cerrar temprano, era algo normal, con el tiempo no había mucha gente que le gustara venir a la librería, preferían estar en casa.
Tome uno de los libros que estaban en uno de los estantes me llamo la atención, ya que no sabía que estaba aquí, por lo regular conocía todos los libros que estaban en la librería, acompañaba a mi mama a comprar más libros cada que los necesitaba, pero no recordaba cuando fuimos por este, camine de nuevo a la silla, tome mis audífonos y puse algunas canciones relajantes para poder disfrutar la lectura.
El libro era bastante interesante, trataba sobre el proceso de aceptación de una joven que niega rotundamente el hecho de que su hermano sea homosexual, debido que le importa mucho las apariencias y lo que las personas opinen de ella, al sufrir burlas en la escuela a causa de esto en lugar de apoyar a su hermano en su camino, decide molestarlo, por lo que cada día le hace la vida imposible a su hermano menor, hasta que con el tipo ve que él es feliz y vive sin importarle la opinión de las demás personas, decide hacer lo correcto y ponerse en su lugar.
No tarde mucho tiempo en terminar de leerlo ya que era bastante corto, al levantar la vista me sorprendió mucho ver a aquel hombre sentado enfrente mío, él estaba viéndome directo a los ojos con una sonrisa tan cálida que un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
Me quite los audífonos, el aun no decía nada solo seguía mirándome, me resultaba algo incomodo, me pare de la silla, camine para dirigirme hacia el maltratador, sentí como él se levantó y camino detrás de mí, llegue al mostrador, a los pocos segundos él estaba junto a mí, estaba tan nerviosa no sabía que decirle o que hacer.
- ¿El libro estaba interesante?, estabas tan concentrada que no te diste cuenta cuando entre-Dijo el con una sonrisa, parecía que se estaba burlando de mí, sentí como mis mejillas poco a poco empezaban a calentarse estaba tan avergonzada y no sabía porque, era algo tan normal, pero me sentí tan tonta ante el -Tenia los audífonos por eso no pude escucharte, debiste decirme que estabas aquí, lamento que esperaras, puedes registrarte igual que el otro día, antes de tomar un libro por favor-Mencione mientras le extendía el registro el solo sonrió y empezó a anotarse -¿Porque debería de avisarte?, te veías tan linda leyendo que no pude permitirme decirte nada, preferí seguir disfrutando de la hermosa vista que estaba ante mi- No pude evitar que una pequeña sonrisa se formara en mi rostro, el solo termino de escribir y se fue a los estantes para buscar un libro, no espero a que yo pudiera responderle, solo me limite a observarlo, su forma de caminar, su vestimenta, su cabello, todo de él era muy atractivo, tome el registro para ver su nombre escrito, Jacob ese era su nombre me resultaba bastante familiar pero desconocido a la vez, mi madre me había contado que hubo un tiempo en el que yo había estado enamorada de un hombre, cosa que al principio nunca le creí, una de las razones era porque yo no lo recordaba, el supuesto hombre que yo había amado en el pasado tenía el mimo nombre, me resultaba algo divertido, si mi mama hubiera estado aquí habría dicho enseguida que él era ese hombre, amaba la forma en la que mi mama se inventaba historias para hacerme reír, extrañaba eso de ella, aunque a veces me confundía un poco porque lo decía con tanta seguridad que parecía que estaba hablando enserio, podía llegar a ser muy convincente.
Después de unos cuantos minutos Jacob salió de uno de los pasillos con el mismo libro que hace un momento estaba leyendo, se sentó en la silla y mientas había el libro nuestras miradas se cruzaron el solo me sonrió y volvió a mirar el libro.
Paso el tiempo y el seguía sentado leyendo tranquilamente, sentía mucha curiosidad el saber qué opinaba de aquel libro, aún seguía pensando en lo que me había dicho hace un rato, me senti tan alagada, pero a la vez algo en mis adentros me decia que tal vez el solo se estaba burlando de mi, pero sabía que solo era mi imaginación, no estaba acostumbrada a recibir cumplidos de los demas y mucho menos de alguien como el.
Pasaron las horas y Jacob seguía leyendo, nadie más había venido a la librería lo cual me pareció algo raro aunque no viniera mucha gente siempre venían dos niños junto con su abuela, ella insistía en qué los niños debían leer mucho y no perder el tiempo en el celular, lo cual tenía razón, a sus nietos también les gustaba venir lo cual me parecía algo muy tierno que pasaran ese tiempo de calidad con su abuela.
Era muy extraño que no llegaran aún, tal vez no pudieron venir hoy, esperaba que todo estuviera bien con la señora y los niños, todos en el pueblo éramos una gran familia, todos nos apoyabamos mutuamente, eso era lo que más me gustaba de vivir aquí, era una de las razones por las cuales no me había mudado a un lugar más grande, estaba agusto aquí, me gustaba todo y está muy cómoda, la gente del pueblo a menudo me decia que no perdiera el tiempo viviendo aquí para ellos una mujer joven como yo merecia vivir en un lugar mas poblado y con más oportunidades, nunca estuve de acuerdo con ellos, jamas lo avandonaria, todos ellos eran parte de mi familia, eran lo unico que me quedaba. Iría a ver a la abuela después de cerrar la librería, quería asegurarme de que todo estaba bien con ella, tal vez debía de cerrar más temprano hoy.
Pasaron unos cuantos minutos, la desesperación me atormentaba quería salir corriendo a casa de la abuela para ver qué estaba pasando, no soporte ni un segundo más, salí de el mostrador, camine a la dirección donde se encontraba Jacob leyendo tranquilamente.
-Dusculpa, lamento interrumpir pero, tengo que cerrar la librería por asuntos personales, sino te molesta puedes venir mañana para continuar leyendo- Dije con algo de prisa el solo se me quedo viendo,asíntio para después levantarse e ir a guardar el libro en el mismo lugar donde lo había tomado anteriormente -A dónde vas a ir, puedo llevarte si tiene mucha prisa- Menciono Jacob mientras caminaba hacia mi, no estaba segura si debia aceptar, no lo conocia lo suficiente para ir con el, pero la casa de la abuela estaba al otro lado del pueblo por lo que me llevaria un buen rato para llegar, estaba tan desesperada que no me quedaba de otra,-Espero no ser una molestia, pero en verdad necesito ir con la abuela, su casa esta al otro lado del pueblo-Dije miestras ordenaba un poco, y buscaba las lleves de la librería, Jacob solo me seguia, me pareció algo lindo de su parte -No eres una molestia , es un placer para mí poder pasar tiempo juntos- Me sonroje sin siquiera darme cuenta, Jacob solo solto una pequeña rista, ambos salimos de librería, Jacob sacó las llaves de su auto, no dijo nada mas, abrió la puerta del copiloto y me indico que entrara, me sentía algo incomoda a su lado pero a la vez segura, agradecia el apoyo de su parte.
El coche arranco, Jacob no dijo nada mas, solo veía hacia el frente, no podía evitar observarlo, siempre se veia tan limpio y fino, yo era todo lo contrario a el, rara vez me arreglaba, usaba pijamas la moyor parte del tiempo excepto cuando iba a la libreria, en cambio el siempre vestía ropa formal, sin darme cuenta Jacob y yo nos mirabamos fijamente el solo sonrió.
-Estas aún más hermosa desde la última vez que estuvimos juntos- Mencionó Jacob, estaba tan confundida acaso el yo ¿ Nos conocíamos de algún lado?, no dije nada al respecto solo mire hacia la ventana, todo el camino estuve pensando en lo que me había dicho, intenté recordarlo muchas veces pero nada mi mente estaba en blanco, no lo recordaba sinti algo de culpa, el parecía conocerme pero yo no, mis ojos pesaban aún faltaba poco para llegar a casa de la abuela sin darme cuenta todo se volvió borroso.