La expresión de James Campbell cambió y, antes de que pudiera hablar, Elly Campbell continuó:
—Solo tengo curiosidad, si tuvieras algún problema conmigo, ¿cómo planeas tratar conmigo?
—Tú...
El rostro de James Campbell se oscureció, lo que menos le gustaba era la actitud confiada e intrépida de Elly Campbell, como si no le importara nadie más.
Si no fuera su hija, ¿cómo se atrevería a ser tan osada y justa?
En ese momento, James Campbell pareció haber olvidado exactamente qué había permitido que se convirtiera en una figura reconocida en la comunidad empresarial.
Elly Campbell no quería perder tiempo en este asunto con James Campbell; giró para irse, pero luego escuchó su voz siniestra detrás de ella:
—William Campbell es hijo de Adam Jones, ¿verdad?
Los pasos de Elly Campbell se detuvieron de repente; claramente, las palabras de James Campbell la habían impactado con éxito.