Mirando mi reloj, eran casi las 10 p.m.
—Elly me está esperando en casa, debería irme primero.
Harry Hall lo miró con una mezcla de desprecio. —¿Así es como eres? Sentarte solo unos minutos y luego irte, mejor ni habrías venido.
—Le prometí a Elly que entre tú y ella, solo la elegiría a ella.
Harry Hall:
...
—Simplemente vete, no te necesito aquí.
Con el rostro frío, Harry le hizo un gesto para que se fuera y se sentó a beber malhumorado por su cuenta.
Adam Jones agarró su abrigo y salió de la habitación. Al llegar a la puerta, miró hacia atrás a Harry Hall y no pudo resistirse a hacer un comentario,
—Si realmente no puedes superar a Helen Melendy, deberías pedirle a tu madre que se modere.
Después de haberlo dicho, abrió la puerta y salió, solo para chocar con una mujer que corría apresuradamente por el pasillo, con una expresión de urgencia en su rostro.
—¡Lo siento!
