Cristóbal Moore no sabía cómo lidiar con ella y solo podía sacudir la cabeza impotente.
Adam Jones tampoco se quedó en la habitación del hospital demasiado tiempo. Salió a contestar una llamada telefónica, y tan pronto como se marchó, llegó Sophie Baker.
Ella deliberadamente esperó a que Adam Jones se hubiera ido antes de venir, las palabras que él le había dicho antes abajo la habían dejado bastante emocionada.
Adam Jones no era un hombre simple, y temía que no pudiera controlar sus emociones alrededor de él y que él la viera a través de ella.
—Lily.
—Sophie.
Al escuchar la voz de Sophie Baker, Lily Jones sacó la cabeza de debajo de las sábanas y la invitó calurosamente a sentarse.
—Sr. Moore.
Sophie Baker saludó a Cristóbal Moore con propiedad.
Cristóbal solo asintió débilmente, no con tanto entusiasmo como Lily Jones. No tenía una muy buena impresión de esta Sophie Baker.