El rostro de James Campbell se agrió de inmediato mientras Adam Jones criticaba sus habilidades gerenciales sin piedad.
No importa qué tan poderosa sea la Corporación Jones, él sigue siendo el mayor de Adam y su exsuegro, y aún así, Adam lo faltó al respeto descaradamente frente a otros, dejándolo sin dignidad alguna.
En ese momento, la actitud de James Campbell se volvió fría.
—Adam, sea como sea, todavía soy el presidente de Campbell, y tú un joven. Cuida tu tono al hablar conmigo.
Esa advertencia, carente de cualquier poder disuasorio, solamente provocó una risita desdeñosa de Adam.
—Si alabara al CEO Campbell hasta el cielo, ¿acaso tus capacidades llegarían a las alturas? —Al oír esto, Elly no pudo evitar torcer las comisuras de su boca. Viendo a James Campbell tan encolerizado por Adam que casi se le retorcía la boca, Elly sintió una inmediata sensación de deleite.
