Jane se sobresaltó y miró hacia la escena de la boda a lo lejos, mostrando dificultad en su rostro:
—Señorita, eso es para la boda del Venerable Maestro. Si se desmonta, cuando el Venerable Maestro pregunte...
—Es el deseo del Venerable Maestro.
Elly Campbell interrumpió a Jane sin mostrar sorpresa:
—Solo haz que lo hagan. ¿De qué tienes miedo?
Al escuchar decir esto a Elly Campbell, Jane naturalmente no se atrevió a ser negligente.
Estos últimos días, toda la Familia Campbell había estado irritada por esa madre e hija gallinas locas de la Familia Baker. Si el Venerable Maestro no hubiera estado hospitalizado, nunca habría sido su turno de ser tan presuntuosas, realmente tratando la casa de la Familia Campbell como si fuera la suya.
Jane no sabía si los ojos del Venerable Maestro habían sido embadurnados con porquería; no podía ver una perla real pero trataba un ojo de pescado como un tesoro.
—Está bien, señorita, llamaré a alguien ahora mismo.
