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Adam Jones no discutió, simplemente la observaba atareada en su frente con una sonrisa en sus ojos. Su cuerpo estaba muy cerca del de él, un leve aroma emanaba de ella que dejaba a Adam sintiéndose sediento y con la lengua atada.
Notando su reacción física, Adam carraspeó para ocultarla con un par de toses ligeras. Luego, siguió una voz ronca, llevando unos cuantos tonos de queja que no correspondían del todo con su actitud serena.
—Te dije que necesitaba tu ayuda cuando tomé una ducha y te negaste —dijo.
Su profunda mirada, con un toque de brillo sutil, se demoraba en la cara de Elly Campbell, haciendo que sus palabras parecieran aún más justificadas.
Elly alzó la vista hacia él. Si no fuera por el hecho de que realmente tenía fiebre, habría considerado seriamente coserle la boca también.
—Vale, no dejes que la herida se infecte de nuevo —dijo.
Después de volver a vendarlo, Elly le sirvió un vaso de agua. —Toma primero este reductor de fiebre —instruyó.
