Punto de vista de Marianne cont.
Durante todo el almuerzo sentimos como si fuéramos inexistentes a los ojos de madre. El lugar donde hasta ayer estaba sentado James ha sido ocupado por Killian. Ella no dejaba de servirle y él asentía y sonreía radiante mientras que nosotros solo podíamos verlos a distancia.
Aunque yo estaba bien, ya que el lugar nunca fue mío, James estaba cavilando. No podía creer que mi inteligente y maduro hermano sintiera celos de un niño. Sus ojos estaban fijos en su lugar que había sido ocupado por Killian.
—Deberías haber tomado tus comidas en tu habitación desde el principio —dije mirando a James.
Él me lanzó una mirada fulminante y continuó comiendo.
—¿Qué hice yo?