—Zhi'er, ¿por qué no estás durmiendo? ¿Sabes qué hora es? —Zhao Lan se incorporó y echó un vistazo a Bai Zhi. Notó a Bai Zhi sentada en la cama, luchando contra el sueño y sin acostarse.
—En este momento no tengo sueño. Tú duerme primero, yo me uniré a ti más tarde. —Bai Zhi se volvió a mirar la luna llena fuera de la ventana y soltó un bostezo. Era el día quince del mes, y se sentía inquieta de pensar en dormir. No quería regresar a esa habitación del hospital sombría de sus sueños. No estaba segura de si podría volver aquí una vez que entrara allá. No podía dejar todo atrás, especialmente a Zhao Lan, que dependía de ella. No soportaba pensar cómo Zhao Lan se las arreglaría sin ella.
Creía que con solo pasar esta noche, todo estaría bien.
—¡Apenas puedes mantener los ojos abiertos, descansa ya! —Zhao Lan le tomó del brazo y le reprendió suavemente.