—Arius, ¿dónde diablos se fue? —Le dije que esperara en la entrada mientras revisaba algunas cosas.
Miré alrededor en el castillo. Esto es malo, la electricidad está fluctuando otra vez y las luces están demasiado tenues. Apuesto a que se ha perdido. Cualquiera lo haría, especialmente si es su primera vez en el castillo.
El diseño es un poco complicado, necesitas memorizar las cosas bien para no confundirte.
—Maestro Arius —miré hacia atrás cuando uno de los criados del castillo, Keria, me llamó. Tenía una linterna en sus manos—, yo y Sami buscaremos por el resto del primer piso ya que aquí está más oscuro. La luz es algo mejor en el segundo piso.
—Está bien. Llámame de inmediato si encuentras a Azalea —le di una breve aprobación con la cabeza.
—Sí —asintió y me fui hacia el segundo piso.