—¿Qué te hice, Isolda? —Anne lanzó una mirada asesina a Isolda—. ¿Por qué le hiciste esto a mi familia?
—Solo te odio. Eso es todo —dijo Isolda con indiferencia—. Esa es una razón suficiente para mí.
—¿Por qué? ¿Sabía Leon que estás haciendo esto? Él y yo no tenemos problemas... —El pecho de Anne se sintió muy pesado cuando vio a su esposo siendo tratado de esa manera solo porque Isolda la odiaba.
Recordó el momento de hace quince años cuando Leon vino a visitarla en su cabaña. Leon vino a decirle que seguiría adelante y se olvidaría de ella para casarse con otra mujer.
Le deseó todo lo mejor y prometió protección de todos los miembros de su tribu que la consideraban traidora. Prometió, mientras viviera, que nadie se atrevería a molestarla a ella y a su familia.
Anne realmente apreció el gesto. Apreciaba los sentimientos de Leon por ella pero no podía aceptarlo. No amaba al Alfa. Así que solo podía desearle felicidad con su nueva pareja.