Celia finalmente partió hacia Riga acompañada de cinco licántropos de la Manada de la Arena Obsidiana mientras Eloise esperaba en Armeria, llena de ira y ansiedad.
Si Leland regresaba con Sophie, no solo mataría a la pequeña Anne, sino también a Sophie y al pequeño Jack. Iba a mostrarle a Leland las consecuencias de traicionarlo. Haría todo lo posible por acercarse a Sophie y matarla. Si ella no podía ser feliz, entonces Leland tampoco debía serlo.
Al día siguiente, Celia y sus cinco compañeros llegaron a Livstad y lograron infiltrarse en la mansión del Duque Romanov.
Actualmente, la boda de Lucas y Lily estaba teniendo lugar. La mansión estaba llena de invitados para celebrar las nupcias del nuevo Alfa y eso facilitaba su tarea de escabullirse y buscar información. Eliminaron su olor y fingieron ser invitados de otra manada que llegaron en sus formas humanas.
—¿Ves a Leland en algún lado? —preguntó Celia mientras miraba a los novios frente a ellos.