Liam sintió toda su sangre hervir de rabia mientras las palabras que salían de la boca de Lana empezaban a golpear su conciencia.
—¿Gay? ¿Él? ¿Liam Sy es gay? ¿Está loca? —exclamó histéricamente en su cabeza.
Su cerebro entero se incendió, y la ira comenzó a devorar su yo consciente. Su rostro se enrojeció al ver cómo Lana se reía de él.
—¿De verdad te parece tan gracioso, Lana? ¿Te parece gracioso lo que acabas de decir como para reírte así? —ladró, totalmente molesto por el hecho de que Lana pensara que era gay.
Inmediatamente quería abrirle la cabeza y ver si tenía algún cerebro ahí dentro o si era todo aire vacío! Su gentileza empezó a despedirse de él y un instinto de castigar a la mujer con tales horrendos pensamientos empezó a apoderarse de él. ¡Consideraba equivalente a un crimen que ella pensara de él de esa manera!
Se inclinó un poco más, sostuvo su pequeño rostro con sus manos y la besó bruscamente. Pensó que este era un buen castigo para ella que lo considera gay. Tomó sus labios y luego invadió su boca y la besó ferozmente hasta que ambos se quedaron sin aire y sin aliento.
—Ummm... Liam, ¿por qué me estás besando así ahora? —murmuró Lana—. Ya sabes, ¿verdad? Besas tan bien para ser gay. Cada vez que te beso, siento que estoy besando a un hombre muy macho, aunque no he probado besar a otro hombre todavía, pero me da una sensación muy indescriptible cada vez, y no quiero romper con eso —dijo en un susurro con una sonrisa.
Liam no sabía qué sentir con sus palabras, su furia se calmó un poco después de besarla bruscamente, y sus palabras le dieron una especie de satisfacción al saber que él era el único hombre que Lana había besado hasta ahora.
—¡Espera! Hay algo terriblemente equivocado en sus palabras, ¿quiere decir que me besó cada vez porque pensó que era gay? —El ser interior de Liam le recordó.
Todavía estaba ordenando sus pensamientos cuando sintió que Lana lo jalaba más cerca para poder alcanzar sus labios.
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—Veamos una vez más qué tan bueno puede ser ese beso —Lana, en su estado de ebriedad, susurró con sus labios tocando los de Liam.
—Liam sintió la corriente eléctrica sacudir su cuerpo mientras los labios de Lana succionaban los suyos suavemente y su enojo se vio completamente subyugado por su dulzura. Sus pensamientos se enredaron más cuando su lengua se sumergió en su boca y comenzó a luchar con la de él.
—Liam ya no pudo contenerse más y esta vez se presionó sobre su cuerpo suave y correspondió a su beso con el doble de pasión que antes.
—Hmm —gimió Lana cuando él le correspondió el beso, clavándola en la cama mientras él se quedaba encima de ella. Su lengua se entrelazaba con la de ella. Se saboreaban el uno al otro como amantes en la naturaleza.
—El beso de Liam fue más agresivo esta vez que antes, mordiendo de vez en cuando el labio inferior de Lana como castigo por decir que él era gay. Le estaba dando un castigo agridulce por sus acusaciones inaceptables sobre su preferencia sexual.
—Lana lo empujó a su lado mientras jadeaba por aire, luego susurró —¿Ves? Tu beso no se siente como el de un gay. De hecho, eres más como un toro en celo.
—Liam tragó saliva con el uso de tales términos por parte de Lana. Él también indudablemente sentía lo mismo con su entrepierna hinchada en la parte inferior de su cuerpo. Intentó calmar su cuerpo ardiente inhalando y exhalando profundamente, acostado de espaldas en su cama, mirando el techo de Lana.
—Todavía estaba en su cama, congelado. Estaba atónito por su pérdida de control cada vez que ella estaba cerca de él, y la forma en que su fragancia lo atraía era tal contradicción a su orgulloso ser.
—Lana movió su cuerpo hacia un lado para enfrentar a Liam, todavía mirando sus labios tentadores. Alzó sus brazos y tocó suavemente los labios de Liam con sus dedos —Me gustan tus labios Liam y tristemente, disfruto besarte. Me siento tan cómoda contigo, incluso cuando nos besamos no te detesto ni a nuestra cercanía, me haces sentir bien. Esto quizás sea porque eres gay y no un hombre heterosexual —Lana susurró mientras se movía con su cabeza hacia arriba para echar un vistazo al rostro de Liam.
—Luego inclinó su cabeza y volvió a succionar los labios de Liam, juguetonamente y los jaló suavemente —Tú también lo disfrutas, ¿verdad? —Lana sonrió.
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