—Hmm... Noah... —ella tarareó mientras sentía la sensación de hormigueo en su cuerpo. Su lengua giraba en uno de sus pezones mientras sus dedos acariciaban suavemente el otro. Atendió ambos montes de forma alternada, dando toda su atención a ambos picos.
Luego subió de nuevo para besarla otra vez, haciendo que ella gemiera contra sus labios y deslizara su dedo hacia abajo al sur y explorara su humedad. Él frotó su clítoris y Luo sintió que Noah la estaba acosando y torturando al mismo tiempo.
Ella gimió cuando sintió su dedo separar sus labios húmedos entre sus muslos y deslizar su dedo dentro de su sagrada callejuela.
—¡Ohhh! —Luo nunca había sentido algo tan intenso en toda su vida. —Tan apretada... —ella escuchó gruñir a Noah mientras se inclinaba para chupar su pezón derecho.
Él estaba frotando su clítoris con su pulgar mientras su dedo entraba y salía de su abertura. Ella quería más e inconscientemente abrió más sus piernas.