—¿Cuánto dormí? ¿Por qué no me despertaste? —comentó ella seguido de un bostezo y luego estiró los brazos hacia arriba. Se sentía muy bien después de todas esas sesiones terapéuticas y relajantes.
—Estabas en un sueño profundo, además te merecías mucho descanso después de un horario tan agitado de más de un mes. Desestresarse también es importante. Ya casi es hora de cenar. Vamos a cenar aquí en su restaurante. Hoy te presentaré a mis primos —comentó Liam y le dio un besito en los labios antes de levantarse apresuradamente.
—Vístete rápido. Tus armarios están adentro. Yo bajaré primero a recibirlos y charlar un poco con ellos —dijo Liam y Lana asintió con una dulce sonrisa. Tan pronto como Liam se fue, Lana se levantó de la cama y se arregló. Se preguntaba quiénes serían esos primos que Liam acababa de mencionar, luego recordó que Liam alguna vez le mencionó que estaba particularmente cerca de los Kens.