Lana sintió la piel desnuda del pecho de Liam y el calor de él viajó por todo su cuerpo. Estaba a punto de levantar la cabeza para mirarlo, pero Liam la sostuvo fuertemente contra su pecho como si no quisiera que saliera de sus brazos.
—Es difícil decir porque nadie puede prever el futuro, Liam, pero mientras tú me quieras con contigo, me quedaré a tu lado pase lo que pase —susurró Lana. Liam ya estaba bastante borracho y al no escuchar respuesta de él, ella sonrió. Podía oír la respiración pesada de Liam, así que sabía que se había quedado dormido.
—¿Liam?
—¿Liam?
Ella sonrió al confirmar que ya estaba durmiendo. Deslizó sus delgados brazos alrededor de su cintura y también lo abrazó fuertemente, acomodando su rostro cerca del pecho de él, besándolo dulcemente.
Al darse cuenta de que Liam no estaba en su estado sobrio, Lana comenzó a abrir su corazón frente a él, todo lo que quería decirle claramente pero no había tenido suficiente coraje para hablar.