Lana y Liam miraron alrededor y revisaron sutilmente si había alguna cámara oculta o micrófonos en la habitación, incluyendo el baño, pero no había nada.
Como pensaban, la gente del club no era tan estúpida como para instalar algo así, ya que cualquier grabación podría ser una evidencia de su prostitución o cualquier cosa que pudiera ser ilegal.
Pronto, una joven mujer con una hermosa sonrisa entró.
—Hola guapos… Ohhh qué atractivos… —murmuró en cuanto posó sus ojos en Liam.
El rostro de Lana se contrajo mientras murmuraba, —Así que estás listo para divertirte con los dos juntos y lo haces solo por ganar dinero. ¿Qué tal si te doy una gran cantidad de dinero, diez veces lo que te pagaremos esta noche, y solo tienes que darme un poco de información sobre alguien?
Las cejas de la mujer se fruncieron. Ella miró a Lana y susurró, —¿acaso eres de la policía?
—No… No lo somos y puedes estar tranquila de que no te involucraremos en ningún caso. —Liam interrumpió.