—Jefe —uno de ellos, un joven de cabello castaño y corto, se levantó de su asiento y encendió el proyector.
Se levantó de su silla y se giró para mirar a Valerio.
—En relación con el repentino titular que tiene que ver con su condición, hemos investigado y el culpable no está dentro de esta compañía —explicó el joven—. Se investigó a cada trabajador así como a su computadora de trabajo, y no se encontró nada excepto los archivos de trabajo de la compañía. La sala de fuentes privada de la compañía tiene cámaras de CCTV instaladas y, por lo que hemos visto hasta ahora, nadie entró allí.
—La última vez que se entró fue cuando esta noticia apareció por primera vez en la portada. También la cerramos, y TvN la descartó también —añadió—. Esto nos lleva a creer que quien hizo esto conoce la compañía tan bien como usted, Jefe.