Everly asintió hacia él —Estoy congelándome. El hombre la puso sobre sus pies y se quitó su abrigo. Se lo puso sobre ella, arregló su cabello y le sostuvo la mejilla con sus palmas —Te ves muy hermosa hoy.
—¿De verdad? Su sonrisa era con todos los dientes, lo que lo hizo reír —Siempre eres hermosa. Él revolvió su mano y procedió a darle una vez más un piggyback, pero su atención fue captada repentinamente por algo más.
—Está... nevando —Everly murmuró con ojos brillantes.
—Está nevando —Valerio le cubrió la cara y recogió el copo de nieve que había caído en la punta de su nariz —Pensé que nunca lo haría. Es diciembre.
Ella extendió sus brazos y giró con una amplia sonrisa —Vamos a patinar cuando tengas tiempo libre. ¿Qué te parece?
—Claro. Cuando quieras. Pero nunca he patinado antes, así que quizás no lo disfrutes.