—He dicho todo lo que tenía que decir, su majestad —respondió Lefron.
—¿Cómo podemos estar seguros de que esta niña es mi nieta? Quiero decir, entiendo que tiene los ojos de Valerio, pero eso no es prueba suficiente —Lucius sacudió la cabeza.
—No sé qué más pruebas necesita, su majestad, pero esto es todo lo que tengo. No me atrevería a estar aquí y a reclamarla como hija del Príncipe Valerio si no lo fuera. Mentir al rey es un crimen muy grave, por lo que no me atrevo a hacer tal cosa —Lefron sacudió la cabeza con sumo respeto en su tono.
—Ya veo —Lucius asintió y se levantó de la silla.
Agarró la mano de Valerio y lo alzó de la silla.
—Sígueme —le dijo y lo atrajo consigo.
Salieron de la biblioteca, y Lucius miró al guardaespaldas.
—Mantén los ojos sobre ellos —ordenó, y los guardaespaldas asintieron.
Llevó a Valerio a un cuarto privado, pero antes de que pudieran llegar, se encontraron cara a cara con Logan, que acababa de salir de su habitación en su silla de ruedas.