—Bip. Bip. Bip.
Sebastián gruñó al escuchar el ruido suave, agitando el aire, y luego el área a su lado en busca del despertador. Cuando se percató del ruido, su cabeza se levantó en shock. Mirando a su alrededor, vio que el localizador se había activado. Sin aviso, salió corriendo de la sala de control y por el pasillo, donde patrullaban los guardias y se habían reunido muchas personas.
—¡Jefe, la hemos localizado! —Sebastián gritó, levantando su tableta para mostrársela al hombre.
Kaden estaba a mitad de una calada de su cigarrillo cuando escuchó el ruido frenético. Volviéndose lentamente en su silla, lanzó una mirada en dirección a Sebastián. Toda la habitación estaba llena de gente, pero ninguno estaba asignado a la tarea.
—Está en Wraith —dijo Sebastián.