—¡Lina!
Lina giró la cabeza justo a tiempo para ver un borrón de verde corriendo hacia ella. Soltó un ruido cuando Isabelle la apretó en un fuerte abrazo. Riendo entre dientes, escuchó el chillido de emoción de Isabelle.
—¡No te he visto en semanas y ya te vas a casar! Qué sorpresa —dijo Isabelle incrédula, agarrando rápidamente la mano de su amiga y arrastrándola hacia el café.
Lina estaba intrigada por la disposición del único café. Había varios pisos y cuanto más alta llevaba Isabelle, más silencioso era allí arriba.
—¡Dime que no fuiste a comprar el vestido sola también! —preguntó Isabelle con una expresión de desaprobación—. Ya sabes, se supone que debes ir con amigas a hacer eso.
—Bueno, no tengo muchas —respondió Lina con una leve sonrisa.
—¿Qué soy yo? ¿Un personaje secundario? —Isabelle se burló mientras rodaba los ojos.
Lina se rió en respuesta y miró a su alrededor.