—La cena fue bien y de alguna manera, Abel y Dexter no discutieron... tanto. Aún intentaron lanzarse indirectas el uno al otro, hasta que Aries los regañó —a Abel para que respetara a su hermano y a Dexter para que mostrara algo de decencia hacia su amante—. Ambos hombres solo pudieron fruncir el ceño hasta que la cena terminó. Dexter no se quedó mucho tiempo después de eso ya que Gustavo vino a hablarle sobre algo importante. Mientras tanto, Abel se quedó porque, aparentemente, nadie más aparte de Gustavo y Dexter sabía sobre Abel.
En otras palabras, Aries, quien entró en pánico y le dijo que se escondiera, no estaba equivocada al hacer suposiciones. Afortunadamente, Gustavo ordenó a los sirvientes no molestar a Aries, así que ella podría tener algo de paz mental mientras Abel estaba con ella.