Zac se giró hacia la puerta al oírla abrir y sonrió al ver a Xavier.
—CEO, sabes que este atuendo no es nada profesional —dijo Zac mientras caminaba hacia donde estaba Xavier. Xavier llevaba una camisa casual de verano, metida dentro de pantalones blancos, con una cadena de oro al cuello. Tenía un nuevo peinado y, si no fuera porque era inteligente y muy bueno en los negocios, Zac hubiera pensado que lo único que le preocupaba era su apariencia física.
Xavier le dio una palmada en los hombros a Zac —Dije que hoy todos deberían vestir de forma casual, ¿no es así?
Xavier preguntó mientras miraba a los demás empleados y se sorprendió al ver que todos estaban vestidos de manera profesional.
—No recibimos el mensaje; señor —dijo una mujer que estaba con ellos, y Xavier miró a Zac.
—¿No transmitiste el mensaje? —preguntó Xavier, y Zac sacó su teléfono. Cuando vio el mensaje que Xavier había enviado la noche anterior, exclamó: