Tiana se tumbó en la cama mientras él le iba dejando besos por el cuello, obteniendo un gemido de ella, sus manos jugueteando con su camisa.
—Te he extrañado —dijo ella con pucheros mientras sus labios se deslizaban sobre su boca, sus manos levantaron su ropa y acariciaron sus senos desnudos, provocando un chillido de ella.
—¿Está la puerta cerrada con llave? —Diana estaba fuera, pero podría volver en cualquier momento.
—Creo que sí —Nicklaus respiró, besando sus senos a través de la ropa—, revisa, no quiero que nos pillen montándonosla en una cama de hospital —ambos se rieron mientras Nicklaus bajaba y revisaba las puertas. Cuando regresaba hacia ella, los ojos de Tiana se alzaron hacia la cámara CCTV y sus labios se entreabrieron.
—Cariño, hay una cámara CCTV —susurró ella, con sus ojos abiertos de par en par—, ¡deben haber visto a Nicklaus!
Nicklaus sonrió.
—Desconecté las cámaras CCTV.
Tiana suspiró aliviada.