—Vas a morir, pero antes verás a tu hijo morir, sabiendo que tú trajiste todo esto sobre ti misma. Eres egoísta, malvada, y aun sabiendo que con solo amartillar esta pistola puedo quitarte la vida, no sientes remordimiento alguno —Catherine se deslizó lejos de la cama mientras veía a Nicklaus levantarse; ella tenía una pistola en el cajón, lo distraería hasta que pudiese alcanzarla, ella era Catherine, no iba a caer tan fácilmente.
—Dije que lo siento, por favor te ruego, me arrepiento de todo lo que he hecho, mi hijo no sabe nada, por favor no lo involucres en esto —su voz temblaba mientras hablaba.
—Dime tú, deberías haber pensado en eso cuando mataste a una niña de 4 años que ni siquiera podía hacerle daño a una mosca. Miraste a una niñita de cuatro años y ni siquiera parpadeaste al volarle los sesos, así que no esperes que yo lo piense dos veces antes de matar a tu hijo. Va a morir, y tú vas a verlo morir.
Estaba casi cerca del cajón, solo necesitaba distraerlo un poco más;