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Dos semanas después, Feng Tianyi se encontró en el extenso jardín junto a la casa de huéspedes donde se hospedaba. Los dos pequeños bollos estaban a su lado mientras observaban cómo el árbol de cerezo llorón era podado por los expertos jardineros que habían contratado meses atrás para tratar el árbol enfermo.
Mientras tanto, Huo Yunhao, quien había llegado hace una hora para pasar el día con los gemelos Tang, estaba ocupado acariciando al gran husky siberiano acurrucado bajo el árbol, donde estaba protegido del calor del sol.
La primavera se acercaba rápidamente, y necesitaban terminar la poda y preparación incluso antes de la llegada de la estación. Lejos del árbol enfermo que había visto inicialmente desde que se mudó con los Tangs, las ramas del árbol de cerezo llorón no se desmoronaban fácilmente cuando él las tocaba.
