—Acerca de madre... ¿quieres que hable con ella? —preguntó Tang Beixuan. Quería al menos aliviar la carga sobre el hombro de su hermana. Debía haber sido muy duro para ella en los últimos meses, lidiando con todos los problemas que Tang Zhelan había dejado en la empresa mientras intentaba mantener a raya a su madre con sus insultos.
—Te preocupas demasiado, Beixuan. No es nada con lo que no pueda lidiar. —La emperatriz rechazó su oferta. ¿Qué cambio podría realizar él de todos modos? No había manera de que Zhang Wuying la dejara en paz, y ella no quería que la anciana supiera que ya sabía sobre su madre biológica.
Tang Moyu todavía necesitaba averiguar si Yan Qiuyu y Tang Lingjun estaban involucrados en algún tipo de complot de asesinato o no. Tenía la persistente sensación de que no era un simple allanamiento lo que le costó la vida a su madre y a su hermano.
