Kypho estaba... conmocionado. Cayó en la calle a unos metros de distancia de la fuerza que chocó contra él. Levantó la vista y para su horror, vio... al General del Ejército de Draka, Fafnir. ¿Cómo supo Fafnir de él? ¿Capturaron a Platt o reveló Nora acerca de él? No tenía opción más que matar a Fafnir o suicidarse. Sabía demasiada información sobre el Monasterio Cetus.
Fafnir empezó a caminar hacia él, un paso pesado tras otro. Se sentía como el destino. Kypho se arrastró hacia atrás mientras el miedo y el terror explotaban en su pecho. No estaba esperando al General. Su mano fue a su cinturón donde había enfundado un puñal curvo. En su larga trayectoria como espía, se dio cuenta de una cosa. El puñal curvo era para matar a un lobo. Perforaría la piel como mantequilla y llegaría a la carne en un segundo. Podría partir un hueso tan rápido que el hombre no sentiría el dolor y moriría en segundos.