Las olas de ansiedad lo atravesaban y Lord Haftir dejó escapar un rudo suspiro mientras miraba a Kinshra con emociones apenas controladas. La había esperado durante diez años y estaba enamorado de ella. Mucho. Sabía que contra una compañera que la diosa de la luna había elegido para ella, no tenía oportunidad, pero ¿y aquellos diez años que había invertido amándola? Las lágrimas quemaban en la parte trasera de sus ojos. Se levantó y salió al balcón con las manos entrelazadas tras su espalda.
—¿Lord Haftir? —Kinshra lo siguió, sintiéndose igual de mal por él. Se había encariñado con el hombre, pero no podía evitarlo. Quería ir allí y explorar su relación con Biham. Tal vez cortaría los últimos hilos que aún la ataban a él o tal vez volvería con Haftir, pero si no iba ahora, siempre se arrepentiría.