—Eltanin la besó en las mejillas, las cejas, los párpados, la punta de su nariz, sus orejas y dejó un rastro directo hasta su boca. Cuando él sumergió su lengua en su boca, ella saboreó como él. Recorrió con su lengua por todo haciendo que ella gemiera. Ella entrelazó los dedos en su cabello y los agarró. Cuando él se alejó, ella gritó de manera reacia.
—Hay un libro que Ileus me dio cuando volvíamos del Reino de Hydra. Habla sobre diferentes posiciones que podemos probar y luego algunas más —dijo él. Una expresión escandalosa se instaló en su cara—. ¿Quisieras probar algo de eso? —preguntó. El rosa de sus mejillas decía lo contrario.
—No sé... —dijo ella con una vocecilla reacia, temerosa de lo que él estaba mencionando—. Tienes que mostrarme de qué estás hablando. El rosa de sus mejillas se profundizó mientras un pequeño ceño fruncido le marcaba la frente.