Su cuerpo vibraba como cuerdas de guitarra pulsadas. Su corazón se aceleraba como un caballo salvaje. Su lobo gruñía en su interior, emergiendo de su letargo, deseando salir a la fuerza. Lo único que quería en aquel momento era inmovilizarla, reclamarla y marcarla. Los hombres que estaban frente a él eran amenazas potenciales para su reclamo. Quería matarlos a todos. Su lobo quería soplar y resoplar y quemar el mundo entero para llegar a su compañera.
COMPAÑERA.
Eltanin podía sentir cómo sus colmillos descendían y su veneno se acumulaba en su boca. Un rugido salía de su pecho mientras su cuerpo entero se sentía atraído hacia ella como un imán. El sudor cubría su piel y le costaba toda su energía no lanzarse hacia ella, agarrarla y arrastrarla a algún lugar seguro, lejos de la mirada de otros hombres.