Las emociones destellaron en los ojos de Mu Tingfeng al escuchar las palabras conciliadoras de Zhao Youlin.
Los dos se miraron mutuamente durante un tiempo antes de que Mu Tingfeng dijera en voz baja —Está bien, te esperaré.
Zhao Youlin apretó los labios y observó cómo el auto de Mu Tingfeng se alejaba lentamente de la entrada principal de la residencia de la familia Zhao.
Sin embargo, sin que Zhao Youlin lo supiera, Mu Tingfeng, sentado en su coche, no estaba tan tranquilo como parecía.
Después de que Zhao Youlin pronunciara esas palabras, Mu Tingfeng apretó abruptamente las manos que había colocado frente a su cuerpo.
Nadie sabía cuán impactantes habían sido para él las palabras casuales de Zhao Youlin.
